
Es curioso como los medios de comunicación no hablan en estos días de otra cosa que no sea el veinte aniversario de la caida del muro de Berlín. Mandatarios de toda Europa, ovacionados por los ciudadanos, desfilaban anoche como si la libertad y la paz se hubiera conseguido en todo el mundo. Vergüenza me daba ver como hasta EE.UU tenía representación en semejante evento, un evento en el que se intetaba proclamar la libertad mundial y donde HILLARY CLINTON se paseaba como una dirigente más para apoyar este derecho que su Estado vulnera a diario. Que EE.UU estuviera presente era lamentable cuando, como potencia imperialista por antonomasia, va levantando muros en cualquier parte de nuestro planeta, con su política hostil, capitalista capaz de vulnerar los derechos humanos de cualquier individuo si no se somete a sus condiciones. Que mejor ejemplo de ello que el bloqueo económico que desde décadas le tiene impuesto a Cuba, es un muro simbólico, pero lo es. Otro es el que trata de imponer a los países del ALBA (sin conseguirlo por supuesto)poniendo como mandatario de Colombia al títere yanqui de Álvaro Uribe, ¿qué sucede con Afganistán?... ¿Cómo podemos volcarnos en la celebración de la caída del muro de la vergüenza como fue denominado si hay miles de muros levantados del que ningún gobierno se preocupa?
Tampoco tenemos que irnos muy lejos para ver lo que sucede al otro lado de la verja de Melilla. Montones de subsaharianos se agolpan en sus proximidades para poder saltarla en cualquier momento y así conseguir una vida mejor, lástima que la mayoría pierda la vida en el intento. Mientras esperan el ansiado momento, malviven en los alrededores de la verja, sin ningún otro recurso que el de la esperanza de poder saltar ¿qué pasa con esta grave situación? ¿se han olvidado los gobiernos de ella? ¿cuándo pretende solucionar el problema y procurar que estos conciudadanos alcance los mínimos exigidos por la Declaración de Derechos Humanos para gozar de una digna calidad de vida?
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