viernes, 26 de noviembre de 2010

LA GRAN BATALLA CONTEMPORANEA POR EL PORVENIR - ENRIQUE DUSSEL



El lunes 15 de noviembre estuvimos encabezando el acto de entrega del Premio Libertador al Pensamiento Crítico 2009 en el Teatro Teresa Carreño, cuyo ganador fue el gran filósofo argentino-mexicano Enrique Dussel por su obra Política de la liberación. Volumen II. Arquitectónica.

Arribó el Premio Libertador a su quinta edición. Hoy por hoy, se ha consolidado como una referencia fundamental en cuanto al devenir del pensamiento crítico y creador, tanto en Nuestra América como en el mundo. Éste no es un premio más y no lo es por varias razones: una de esas razones, quizás la más poderosa, es destacar la importancia vital que tiene el ejercicio permanente de las ideas para iluminar los caminos y los horizontes de la gran batalla contemporánea por el porvenir de la humanidad.

Hablar de Enrique Dussel es hablar de una de las figuras cimeras de la filosofía contemporánea nuestroamericana. Autor de una ya muy vasta obra, la envergadura intelectual de Política de la liberación. Volumen II. Arquitectónica pone de relieve, una vez más, su condición de argonauta del pensar: Dussel ha tenido la audacia de repensarlo todo, con el mayor rigor y el más acerado sentido crítico, desde aquí, desde Nuestra América.

Política de la liberación consta de tres volúmenes que dan cuenta de tres grandes momentos o instancias constitutivas: una historia mundial y crítica, una arquitectónica y una crítica. En esta segunda instancia constitutiva, Dussel despliega un vasto y riguroso marco teórico para poder pensar radicalmente la problemática política.

No pudo ser más oportuna y pertinente la Conferencia Magistral que dictara el Maestro Dussel el 15 de noviembre. Oportuna y pertinente, digo, por su temática: la democracia participativa y el liderazgo político. Quiero glosarla con la brevedad que me impone el espacio.

Para Dussel, desde la izquierda no se ha analizado suficientemente la función del liderazgo en el crecimiento de la democracia participativa. El liderazgo es un servicio y un magisterio obediencial, democrático y político: ello es así porque el liderazgo aparece simultáneamente con la emergencia del pueblo como actor colectivo y sólo puede entenderse dentro de los límites de una democracia participativa y representativa. El liderazgo es obediencial con respecto al pueblo y debe ser obediente a sus exigencias y necesidades: sólo se puede gobernar obedeciendo. He allí una clave que nos permite entender el cambio de época que desde la América del Sur se está extendiendo a toda Nuestra América.

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