martes, 20 de septiembre de 2011

Artículo muy interesante por Martín Guédez

A continuación os reproducimos para uso y disfrute un muy buen artículo de Martín Guédez

*NUESTRA REVOLUCIÓN EXIGE CONCIENCIA DEL MOMENTO HISTÓRICO

*¡Nosotros viviremos y venceremos!

*Por, Martín Guédez
La Revolución Bolivariana es atípica. Se equivocan quienes sesudamente
intentan buscarle similitudes con precedentes procesos revolucionarios. Del
mismo modo que lo hacen quienes la juzgan en sus acciones bajo patrones de
ortodoxia inflexible. Podemos imaginar su desconcierto. Es, sólo para
comenzar, una revolución que llega al gobierno jugando con las reglas
económicas, sociales y políticas de un estado capitalista incipiente,
marcadamente rentista e improductivo, apenas medio desarrollado en aquellas
actividades importadoras que generan los recursos provenientes del petróleo.
Al tiempo que lo hizo sobre una estructura agraria que nunca se enteró que
el feudalismo terminó en el siglo XVIII.
Sobre esa infraestructura y sus consecuentes superestructuras debió comenzar
su andadura, ésta tan original y especialísima revolución, encadenada
conscientemente por las reglas del juego jurídicas construidas por centurias
de dominio oligarca, sometida a todos los sucedáneos y vericuetos legales
que el sistema anterior tejió para su protección y subsistencia, amenazada
asiduamente por los organismos multilaterales, así como por los convenios
con fuerza supraconstitucional que la República fue adquiriendo, a lo largo
de sus peripecias de vagón de cola y patio trasero del imperio.
No ocurrió el acceso a Miraflores del modo en que la revolución de los
soviets lo hizo al cuartel de invierno, ni entró a las calles de Caracas
sobre los tanques como lo hicieron los barbudos de la Sierra Maestra a la
Habana con Fidel a la cabeza. Lo hizo, previo un burguesísimo período de
transición y luego de la legalísima proclamación del Consejo Supremo
Electoral, a duras penas aceptada. Obviar esta realidad produce la natural
confusión entre quienes quisieran la aplicación de la cartilla
revolucionaria sin más dilaciones ni miramientos.
Elegido o no, este es el tortuoso y largo camino que le ha correspondido
transitar a la Revolución Bolivariana. Ha tenido que ir haciendo revolución
casi sin tocar estructuras fundamentales. Quien mire hoy hacia Venezuela no
dejará de sorprenderse ante algunas paradojas, casi insufribles. Por un
lado, un discurso y unas acciones claramente orientadas hacia el
empoderamiento del pueblo y por el otro, unos intereses poderosos, criollos
y transnacionales, obteniendo las mayores ganancias de su historia,
navegando en el más cómodo mar propicio a sus intereses, casi como si
vivieran el más tórrido paraíso menemista.
No son pocos los angustiados -me cuento entre ellos- quienes ven cómo, gente
que conspiró y conspira abierta y grotescamente, documentada su conspiración
con mil y un videos y documentos inobjetables, siguen por allí, como Pedro
por su casa, desafiando al sistema de justicia con un desparpajo y
desvergüenza groseros, sin que las estructuras del sistema de justicia haga
-o pueda hacer- nada por reducirlos y escarmentarlos. La lista de ejemplos
sería tan larga que necesitaríamos una enciclopedia.
Desde el alcalde –reciente beneficiario de una decisión de la CIDH- que
reconocía orgulloso como había quitado las llaves de los autobuses a fin de
desviar el tránsito de personas hacia la edificación militar de Fuerte
Tiuna… *“para que no pudieran salir los tanques en defensa del
gobierno”* De igual modo el dueño de una encuestadora y un pasquín…
sonreído con gesto
de gorda comadrona, afirmando cómo: *“no podíamos dejar que Chávez se fuera
de Venezuela, lo necesitábamos en Caracas, y grabamos el pronunciamiento del
general Néstor González…”*añadiendo, mirando con picardía socarrona a un
animador de televisión- que *“lo hicimos en tu casa Napoleón…
O cómo luego, esta misma gorda amorfa, informaba que instaló su comando de
estado mayor en Fuerte Tiuna para monitorear los acontecimientos. O esto
otro, el mismo general Guaicaipuro Lameda, organizando el asalto al Palacio
de Miraflores, dando órdenes desde una moto, señalando los lugares de
acceso, o saliendo de Miraflores después de haber sido nombrado Presidente
de PDVSA, diciendo ahora…Con descaro e impunidad infinitos: “*Si Danilo
viviera lo demandaría por daños y perjuicios porque nunca habría podido
probar que yo estaba en Miraflores*”. En fin… ¿seguimos? No es necesario
¿verdad? No queremos amargarnos el día.
Es el precio que debe pagar una revolución que ha tomado un camino que no
pasa por la justicia expedita, sumaria, popular y revolucionaria. Igual pasa
con esa pesada estructura que es la administració n pública. ¡Sencillamente
intocables! Bien que urdieron la maraña para atornillarse en la
administració n pública, quienes hoy están en los cargos medios y bajos de
ella. Cientos de miles de profesores, médicos y funcionarios que no dejan
pasar las medidas revolucionarias, que sabotean todo, simplemente porque no
quieren, porque no les da la gana y punto ¿Qué otra explicación puede tener
que el gobierno revolucionario haya tenido que baypasear la pesada y costosa
estructura del Estado para adelantar las misiones? ¿Por qué para misiones
como Robinson I y II o Ribas, no se usó el cuarto de millón de profesores y
maestros del Ministerio de Educación?
¿Por qué la nueva política de inclusión universitaria no se ha llevado
adelante sobre la inmensa y costosísima estructura de decenas de
universidades nacionales autónomas? ¿Por qué la nueva estructura de salud
debió elegir el camino de Barrio Adentro con médicos cubanos en su mayoría y
no se usó la estructura hospitalaria del sistema de salud perteneciente al
Ministerio del ramo y sus centenas de miles de médicos, médicas, enfermeros
y enfermeras? Por muy distraído o ingenuo que se sea todos conocemos la
respuesta: Esos gremios, sus estructuras y sus recursos, juegan a la
destrucción y el fracaso del proyecto revolucionario.
¿Cómo se permite la conspiración diaria de unos medios de comunicación que
violan groseramente el derecho a la información veraz y oportuna de un
pueblo? ¿Por qué se tolera la burla a la Ley de Responsabilidad Social en
Radio y Televisión? De nuevo… todos lo sabemos. Si la conducción de la
estrategia revolucionaria perdiera la paciencia y atacara como recomiendan
la pasión, la justicia y las vísceras, al siguiente momento estaríamos
aisladas, seríamos condenados en todos los foros internacionales y júrenlo,
sin anestesia ni disimulos, seríamos intervenidos, invadidos y barridos.
Cierto que resistiríamos, de eso que nadie tenga la menor duda. Cierto
también que se abriría un proceso en el cual, estoy persuadido, el Imperio
saldría escarmentado como ha salido en otros lares donde ha intervenido.
Pero… ¿Es eso lo que queremos? ¿Es una Venezuela ensangrentada, destruida
-porque quedaría destruida- con sus mejores hijos en la resistencia -y no
la “resistencia” de esta “oposición Sambil” sino en una resistencia armada-
y en medio de una larga guerra? Vamos a pensarlo con madurez revolucionaria.
Venezuela debe prepararse para ese escenario pero jamás debemos provocarlo.
Si ese escenario de violencia fratricida se da, que nos encuentre
preparados, pero que jamás se diga que no hicimos todo cuanto debimos por
evitar esa violencia.
Por eso, camaritas, el momento es de profundo talento estratégico. El
momento no aconseja loqueras ni absurdos aceleramientos suicidas. El momento
exige confianza absoluta en el timonel ¡Que no nos vengan con el cuentito
del culto a la personalidad! ¡Por favor! ¡Ya está bueno de pendejadas, que
no somos niños y nos conocemos todos! ¡Confianza en el timonel, en el líder
conductor del proceso y disciplina! El momento más bien debe acercarse a esa
imagen que tanta gracia me producía de niño, porque desafiaba mi
imaginación… paciencia y constancia… resolución e inteligencia, confianza en
quien comanda… paciencia… paciencia… que con paciencia y salivita… algo le
hizo un elefante a una hormiguita. No sé que le hizo, pero según el cuento…
lo logró…y nosotros también. ¿Quieren ejemplos? Recuerden la Plaza Altamira.

CHÁVEZ ES SOCIALISMO

LA BARRICADA SÓLO TIENE DOS LADOS.

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