martes, 17 de enero de 2012

Venezuela, medios y manipulación

Borja
Ribera

Rebelión
Los grandes medios de
comunicación españoles tienen una particular guerra declarada contra los
gobiernos venezolano y cubano, entre muchos otros. En esta guerra todo vale,
desde las injurias hasta las mentiras, pasando por la más abyecta manipulación.
A lo largo de este ensayo, dedicado al caso venezolano, iremos viendo algunas de
estas prácticas, poniendo especial énfasis en los medios supuestamente
progresistas del estado español.
Es habitual que veamos como a Hugo Chávez se le tilda de dictador o de
caudillo. Poco importa que haya ganado quince elecciones, gran parte de ellas
con amplias mayorías. Por establecer un parámetro de legitimidad veamos algunos
resultados y datos de participación en distintos procesos electorales comparando
la ‘‘dictatorial’’ República Bolivariana de Venezuela con países indudablemente
democráticos, según los grandes medios, como pueden ser los Estados Unidos de
América o Colombia. Tomando como referencia las últimas elecciones
presidenciales nos encontramos con que Barack Obama resultó elegido presidente
(2008) con un 52,9% de los votos emitidos y un 57,4% de participación. En
Colombia (2010) Juan Manuel Santos recibió el 69,1% de los votos en la segunda
vuelta, sin embargo la participación en esta convocatoria fue tan sólo del
44,3%. En el caso venezolano nos encontramos con que Hugo Chávez fue reelegido
presidente (2006) con un 62,9% de los votos y una participación del 74,7%.(1)
Por lo tanto, con los datos en la mano, no solo es una falsedad manifiesta que
Chávez sea un dictador, sino que goza de una legitimidad muy superior a la de
otros líderes mundiales.
Fue también repetido hasta la saciedad por los medios que las elecciones
parlamentarias celebradas en 2010 en Venezuela las había ganado en realidad la
oposición. Que el resultado final favorable a la candidatura oficialista era
producto de una ley electoral y una reforma constitucional hecha ad hoc
por el ejecutivo de Chávez, veamos qué hay de verdad en ello. Ciertamente el
sistema electoral venezolano es bastante complejo, pero no por ello menos justo
y democrático que el de otros países. Desgranar los resultados por cada
circunscripción resultaría muy tedioso así que para no entretenernos demasiado
tomaremos los resultados del Parlatino, que nos ofrecen un buen resumen. En
cualquier caso, si albergan dudas les invito a que consulten los resultados
ustedes mismos. Pues bien, si observamos los resultados de las listas
presentadas al Parlamento Latinoamericano nos encontramos con que la candidatura
oficialista (bajo la marca PSUV) está compuesta por tres partidos: PSUV, PCV y
UPV con resultados del 45,2%, 1,3% y 0,15% respectivamente. Por su parte el
bloque opositor (MUD) está compuesto por 22 partidos de los cuales mencionaré
los cinco que obtuvieron un mayor porcentaje: UNTC, MPJ, AD, COPEI y PODEMOS,
los cuales obtuvieron respectivamente: 9%, 8,5%, 7,3%, 5,4% y 3,7%. Si
observamos detenidamente los resultados para la Asamblea Nacional veremos unos
porcentajes similares, por lo tanto no puede sorprendernos que el PSUV alcanzara
los 95 diputados, mientras que el partido con más representación del bloque
opositor (UNTC) obtuvo 16 diputados.(2) Sin ir más lejos, ¿se imaginan como
quedaría, en principio, nuestro Congreso de los Diputados con unos resultados
parecidos?(3) Por otro lado los medios incluyeron en la llamada oposición
(bloque opositor, se entiende) candidaturas que pese a no formar parte del
bloque oficialista estaban, asimismo, alejadas del bloque opositor. Me refiero
especialmente al partido PPT, que obtuvo un 3,1% de los votos que los medios
españoles atribuyeron, en su totalidad y sin ningún reparo, a la candidatura
unitaria de la oposición.
Siguiendo con la convocatoria legislativa venezolana de 2010 la participación
fue del 66,5%, mientras que en las elecciones a la Cámara de Representantes de
EEUU de 2010 y en las últimas elecciones legislativas de Colombia (2010) ésta
fue del 40,9% y del 44,1% respectivamente. Si vamos un poco más lejos
observaremos que el Partido Republicano estadounidense obtuvo una amplia mayoría
con el 51,4% de los votos, lo que nos lleva a la conclusión de que dicha Cámara
de Representantes está controlada por unas personas que apenas representan al
21% de los ciudadanos estadounidenses con derecho a voto.(4) Visto todo esto no
parece que Estados Unidos esté en posición de dar demasiadas lecciones de
democracia, y mucho menos a Venezuela. A este respecto lo último que quiero
señalar es que resulta sorprendente que los medios españoles se esmeren tanto en
buscarle los tres pies al gato en el caso venezolano mientras que en el caso
norteamericano, bastante flagrante por cierto, hacen la vista gorda y, si acaso,
mencionan de pasada y por lo bajini los ridículos datos de participación,
indicador fundamental de la salud democrática de un país, y base de la
legitimidad de sus gobiernos y aparatos legislativos.
Quiero hacer hincapié en una curiosa paradoja. Suponiendo que damos por buena
la versión oficial de que Hugo Chávez es un dictador, pensaríamos
automáticamente que los verdaderos demócratas son sus opositores, integrados en
la coalición llamada, como no, Mesa de la Unidad Democrática (MUD), los mismos
que apoyaron y dieron cobertura a la intentona golpista que se produjo en
Venezuela en 2002. Por lo tanto, según la versión de los medios españoles, los
demócratas son los que patrocinan golpes de estado mientras que los autoritarios
son los que ganan elecciones una tras otra. El mundo al revés vamos.
En cuanto al golpe frustrado de 2002, éste no solo fue apoyado por el
gobierno de Estados Unidos y (según se presume) por José María Aznar, sino que
fue objeto, una vez más, de la más burda manipulación. De hecho fue el producto
de un espectacular montaje, con francotiradores incluidos, orquestado por la
oligarquía venezolana, sus medios de comunicación y los entes extranjeros antes
mencionados.(5) En el estado español este golpe no solo tuvo la complicidad y el
apoyo de los medios manifiestamente derechistas, sino que los medios del mismo
grupo PRISA le dieron un trato amable y lo justificaron abiertamente. Es más, se
censuró al profesor de la UCM Carlos Fernández Liria cuando trató de denunciarlo
en la SER,(6) lo que imagino que a estas alturas a pocos sorprenderá. Lo que
quizá si sorprenda a más de uno es que La Sexta está en el ajo, sirvan como
ejemplo las informaciones tendenciosas, cuando no directamente sensacionalistas
que dan respecto a Venezuela y su presidente, y alguna muestra clara de simple y
llana manipulación informativa.(7)
Poco importan los innegables avances económicos(8) y sociales(9) que se están
produciendo en Venezuela desde que Chávez llegó al gobierno. Los grandes medios
y sus periodistas mercenarios seguirán con su cantinela diseñada en los oscuros
despachos de vete a saber dónde. Y presumiblemente esta cantinela se recrudecerá
con motivo de las próximas elecciones presidenciales venezolanas que se
celebrarán el 7 de octubre de 2012. Por ello nuestra obligación ante la infamia
es seguir informando y desmintiendo con todos los medios a nuestro alcance,
ciertamente humildes comparados con la maquinaria de los mass media, pero
son los que son y somos los que estamos.

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