jueves, 21 de octubre de 2010

TRINIDAD JIMENEZ, NUEVA MINISTRA DE RELACIONES EXTERIORES

Cuba y Venezuela, frentes inmediatos de nueva canciller española

MADRID

La nueva ministra española de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, tiene como retos inminentes calmar la relación con Venezuela tras la investigación judicial sobre la banda terrorista ETA en ese país y afrontar el debate en la Unión Europea para suavizar la política hacia Cuba.

Jiménez cuenta con experiencia en la relación con ambos países después de su etapa como secretaria de Estado para Iberoamérica entre septiembre de 2006 y abril de 2009 con Miguel ngel Moratinos de ministro, al que ahora sustituye.

Como su antecesor, la nueva jefa de la diplomacia española es partidaria de hacer del diálogo la herramienta principal de la acción diplomática, en vez de optar por la línea dura y de enfrentamiento.

El estreno de Jiménez será el lunes en Luxemburgo, donde los ministros de Exteriores de los Veintisiete deberán decidir si mantienen la posición común de la UE hacia Cuba o suavizan la relación con el régimen castrista, como Moratinos ha defendido con empeño en los últimos meses.

Con Venezuela, la nueva ministra tendrá que restablecer la confianza con el Gobierno de Hugo Chávez, después de que la Audiencia Nacional de España haya pedido la extradición del etarra deportado Arturo Cubillas.

El mismo objetivo se le presenta ante Marruecos, tras los incidentes de este verano en el paso fronterizo de Melilla y con el conflicto del Sáhara Occidental por resolver.

Otro frente que Moratinos le deja abierto es el de Gibraltar, después de que se hayan aplazado las reuniones del Foro de Diálogo por el litigio con la colonia y el Reino Unido sobre la soberanía de las aguas que rodean al Peñón.

Jiménez tendrá también que aplicarse de inmediato en las delicadas negociaciones entre israelíes y palestinos en Oriente Medio.

De que este proceso de diálogo avance depende la celebración de la cumbre de la Unión por el Mediterráneo prevista en Barcelona el 21 de noviembre, a la que podría asistir el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

A pesar de no ser diplomática, la nueva ministra cuenta con experiencia en las distintas áreas de la política exterior, después de su paso por el Ministerio y de haber sido responsable del área internacional del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de 2004 a 2007.

Jiménez hereda de Moratinos la reestructuración ministerial llevada a cabo este verano, por la que se suprimió la Secretaría de Estado para Iberoamérica que ella ocupó y que se fundió con la de Asuntos Exteriores.

Con todos los puestos claves nombrados ya por el hasta ahora ministro, Jiménez evaluará si les da su visto bueno, aunque todo parecería indicar que mantendrá a los tres secretarios de Estado: Juan Pablo de Laiglesia (Asuntos Exteriores e Iberoamericanos), Diego López Garrido (para la UE) y Soraya Rodríguez (Cooperación Internacional).

Moratinos tenía programados varios viajes para las próximas semanas que quedan ahora en incógnita.

El primero, del 31 de octubre al 4 de noviembre, iba a ser una gira con empresarios por Arabia Saudí y otros países del Golfo Pérsico, y tres días después, una visita a Bolivia y Ecuador.

A comienzos de diciembre, Jiménez acompañará al rey Juan Carlos y al jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, a la Cumbre Iberoamericana en Argentina.

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